Análisis de la resolución N° 144-2018 de la corte nacional de justicia y su incidencia en el derecho a la identidad

Abstract

RESUMEN

El derecho a la identidad representa un eje fundamental de todos los individuos de la sociedad, en materia de niñez y adolescencia representa un principio básico y elemental, para que los menores puedan desarrollarse de manera íntegra y emocionalmente equilibrada dentro de la sociedad, el Ecuador establece este derecho, al normar en la Constitución de la República, en el artículo 66 núm. 28, en el Código de la Niñez y Adolescencia en el artículo 33 y demás leyes conexas del ordenamiento jurídico, así como también se encuentra previsto en los diversos tratados y convenios internacionales en materia de derechos humanos. La identidad según la normativa y la jurisprudencia está constituida por elementos abstractos o inmateriales mismos que son: el nombre y apellido, la nacionalidad, la cultura, las expresiones lingüísticas y las manifestaciones espirituales, religiosas y políticas.

La Corte Nacional de Justicia emitió la resolución N° 144-2018, en la que se analiza el derecho a la identidad de los niños, niñas y adolescentes, basándose en la aplicación de los principios universales para la administración de justicia en materia de niñez y adolescentes como son: el interés superior del niño y la consulta a los menores en temas que les pueda afectar considerablemente. De este razonamiento jurídico se desprende la decisión de la Corte Nacional de Justicia de permitir que una niña de nueve años conserve su apellido materno con el que ha sido inscrita inicialmente en función de su decisión u opinión para precautelarle el derecho a la identidad y por ende evitarle un conflicto de identidad y personalidad.

Del análisis realizado desprende criterio divido, pues para cierto sector social la decisión de la Corte no garantiza el derecho a la identidad pues no mide el alcance de la consulta a los menores y no se le está permitiendo gozar del vínculo jurídico, afectivo que da el apellido del progenitor y del lado opuesto se encuentra con una postura en la que se defiende la decisión de la Corte al permitirle conservar el apellido, pues no se le está obligando a adquirir una condición que no desea, siendo eso el derecho a la identidad a concebirse sin obligo ni presión.